Caminemos…
Cuando aún era un infante, no podía entender todo esto. No
cabía en mi pequeña cabeza todos los comportamientos variados de distintas
personas ante una misma situación. Algunos excéntricos, otros inesperados,
algunos comunes…
Entonces era cuando escogía el aislamiento y desde allí
trataba de observar las vivencias. Sin
decir palabra. Pienso que mucha gente hace eso en algunas ocasiones que se
ocupa la reflexión y el pensamiento. Entonces fue cuando me nació la inquietud
de que en algún punto de mi ciclo de vida; antes de dar el gran salto, plasmar todo este
tipo de ideas que rondaban mi cabeza desde como ya indiqué, temprana edad.
Debo decir que toda esa idea de expresar mis ideas no fue planeada.
Solo quería que alguien más lo supiera de alguna manera. Indudablemente no soy
un erudito. Solo expreso lo que pienso.
Después de dar tantas vueltas al asunto, pensando cuál es el
epicentro ó punto de quiebre del ser humano, desde donde empieza a torcerse o
crecer adecuadamente, caí en lo siguiente: es sin duda para mí la niñez (como
en alguna entrada anterior, quizá lo dije). Desde que el infante tiene uso de
razón. A veces, desde antes de esa etapa.
Tomando solo como referencia mis observaciones, me arriesgo
quizá demasiado al mencionar que le doy más importancia aún, al periodo de vida
a partir de que se tiene uso de razón. Porqué me arriesgo? Porque aún tengo mis
dudas sobre si queda “guardado” algo en nuestra cabeza de la etapa anterior.
Esto es, claro, sin tomar en cuenta las opiniones de los estudiosos. Que sin
duda, dirían que sí queda algo de esa etapa. Yo en la vivencia real sin tomar en
cuenta los libros, guardo mis dudas. No apruebo, pero tampoco desapruebo.
Y entonces es cuando se pone “color de hormiga” el asunto.
Frase común que decimos en mi pueblo, cuando algo empieza a ponerse muy
difícil. La razón? Cómo le enseñas a un infante que aún no puede a veces ni
hablar bien, a entender toda esta maraña? Labor titánica sin duda, para los que
lo han hecho. Si es que hay alguien por allí que lo ha realizado con sumo éxito.
“Me quito el sombrero” jejejeje . Otra
frase que decimos localmente para decir “te respeto por lograr hacer algo muy
difícil”.